Las 5 familias que forman la Corrala Esperanza organizaron el pasado sábado, aprovechando el primer aniversario de su realojo, unas jornadas en el Centro Vecinal Pumarejo. Allí narraron a los presentes, entre ellos medios de comunicación, la situación que viven. Llevan un año residiendo en un edificio que estaba abandonado en la calle Mariano Benlliure, propiedad de La Caixa. Han intentado por todos los medios iniciar conversaciones y negociaciones para, mediante un alquiler social, regularizar su situación. Y los plazos se van agotando antes de que en el próximo mes de enero tengan que declarar en sede judicial acusadas de un delito de posible usurpación ilegal.
En las últimas semanas, vía telefónica, sí parecen haberse iniciado conversaciones que podrían contribuir a una legalización. Pero la situación no está clara y por eso, una vez más, las familias han mostrado su voluntad de regularizar su situació y pagar un alquiler social ajustado a sus posibilidades por las viviendas en las que residen. En la Corrala Esperanza viven 5 familias: un total de 10 adultos y otros 10 menores de edad.
Las familias siguen esperando una solución.